Por fin había llegado el momento que muchos madridistas
habíamos estado esperando, era el momento de debutar en la mayor competición
europea de clubes, era la hora de la Champions
League, esta vez no comenzábamos el torneo como un equipo cualquiera, la
empezamos como el actual campeón que somos.
Tras ganar la ansiada Décima
tocaba empezar la defensa del título, el primer partido era contra el Basilea, a priori un rival inferior,
pero no olvidemos que es el actual campeón de la liga suiza, además nunca se sabe
las sorpresas que te puede deparar el fútbol.
Además era el momento de coger oxígeno tras el bajón moral
que supuso la derrota en el derbi contra el Atlético de Madrid del pasado sábado.
En este partido hubo algunas novedades con respecto al
derbi, las dos novedades se produjeron en los laterales, en la izquierda jugó Marcelo, el brasileño aporta más poder
ofensivo que es lo que necesitaba el conjunto de Ancelotti.
En la banda derecha estaba la gran sorpresa, todo apuntaba a
que sería Arbeloa el titular tras no
haberse recuperado Carvajal de su
lesión, pero no fue así, el elegido por Ancelotti era el canterano Nacho Fernández, un comodín que puede
jugar en cualquier parte de la defensa y siempre lo hace muy bien.
Arrancaba el partido en el Santiago Bernabéu, el Real
Madrid tenía la posesión pero no creaba ocasiones de peligro, cuando
pasaban del centro del campo se les apagaba la luz a los jugadores blancos, en
ese momento el Basilea estaba muy bien colocado y era difícil pasar su muralla
defensiva, poco a poco empezaron a darse cuenta de que por donde podían hacer
daño era entrando por las bandas, Nacho
y Marcelo comenzaron a subir por sus respectivas bandas y a ir abriendo
poco a poco al Basilea.
Fruto de esas subidas de los laterales llegó el primer gol
de la noche, a los 15 minutos Nacho
avanzó por la banda derecha, sacó un centro muy peligroso que por fortuna para
el Real Madrid golpeó en el defensa del Basilea, Suchy y la pelota acabó dentro de la portería.
Era el primer gol y el Madrid se sacudía de encima los
fantasmas que le habían acompañado durante los dos últimos partidos de liga.
En ese momento apareció un hombre en el Real Madrid para
manejar el juego a su antojo, ese hombre era el croata Luka Modric, se convirtió en el dueño del centro del campo blanco y
tenía a Kroos como escudero.
Modric a dar un recital de juego y de pases que hacían
disfrutar al Bernabéu, fruto de uno de esos increíbles pases llegó el segundo
gol para los de Ancelotti, el croata
le envió un pase por encima de la defensa con el exterior de su pierna derecha
para que Gareth Bale se quedara solo ante el portero del Basilea, el galés
llegó al balón y con un sombrerito se hizo un autopase para deshacerse de Vaclik,
recibió su autopase y empujó el balón al fondo de la red casi el la línea de
gol, fue una auténtica obra de arte.
A penas sacaba el Basilea de centro y el Madrid recuperó
rápido el balón, Modric esperó al
momento justo y envió la pelota a la banda donde se encontraba Bale, el galés sacó un maravilloso
centro con el exterior para que llegara Cristiano
Ronaldo y anotara el tercero de la noche.
Con ese gol de Cristiano Ronaldo anotó su gol 68 en Champions, se queda a tan solo
tres goles de batir el récord histórico, hasta el momento lo tiene el ex
capitán del Real Madrid Raúl González
Blanco.
Prácticamente en la siguiente jugada llegó el cuarto, el
Real Madrid era un auténtico vendaval, en una de las famosas contras del equipo
blanco llegó el gol de James, una
gran combinación de pases entre James,
Benzemá y Cristiano acabó con un disparo del francés que el portero
rechazó, en ese preciso instante apareció el colombiano que estaba preparado
con la caña y empujó a la red el rechace, era el primer gol de James Rodríguez en la Champions League.
Tras lograr el cuarto empezó a bajar el ritmo el Madrid y el
Basilea empezó a llegar al área de Casillas,
cada vez que la tocaba el portero de Móstoles un sector de la grada comenzaba a
pitarle.
Esos pitos se agravaron tras el gol con el que recortaba
distancias el Basilea, una jugada rápida del conjunto suizo acabó con González ganándole la espalda a Sergio Ramos, delantero del Basilea
batió a Casillas con un disparo cruzado que era imparable.
El partido llegaba al temido descanso, en los anteriores
partidos de liga el Madrid los perdió tras el descanso, no se sabe que ocurre
que vuelven al césped faltos de concentración, pues anoche no iba a ser menos,
en la segunda parte el Madrid no encontraba su sitio y el Basilea empezaba a
crear peligro, por suerte sus disparos no iban a puerta o se estrellaban en la
defensa, el gran Real Madrid que había en la primera mitad había desaparecido.
Las ocasiones más claras para el Basilea fueron un mano a
mano de González ante Casillas que el de Móstoles salvó con
una gran parada donde se llevó la ovación del Bernabéu, y la segunda fue un
disparo potente de Schar que se
estrelló en el poste.
Justo cuando peor lo estaba pasando el equipo de Ancelotti
llegó el quito gol, fue obra de Benzema, el francés que había estado muy activo
en la primera parte para anotar su gol, consiguió su premio en el minuto 79, Benzema completó una pared perfecta
con Cristiano Ronaldo y sacó un latigazo que se coló en la portería del Basilea
sin que su guardameta pudiera hacer nada.
Con el gol de Benzema el Madrid llegaba a los 1000 goles en competiciones europeas.
El partido finalizó con una victoria por 5-1 y se vieron muchas cosas por
mejorar, la más importante es mantener la concentración tras el descanso para
no dar tantas facilidades al rival de hacerte un gol.
De momento lideramos el grupo y estamos a la espera del
siguiente partido, acaba de comenzar el camino
hacia la Undécima.
Por Domingo Martínez (@domin_92 y @RespirasRMadrid en Twitter).

No hay comentarios:
Publicar un comentario